Prisioneros en los batallones disciplinarios de la posguerra
Rafael Montero Pastrana, electricista de profesión, nació en Cádiz el 14 de septiembre de 1916 y residió en la calle Marqués de Cóprani. Fue detenido el 20 de julio de 1936, cuando en las calles gaditanas se intentó para el golpe de Estado. Según el informe de la delegación provincial de Falange y otras fuentes consultadas, la detención se debió a que formó parte de un grupo que desarmó a un guarda nocturno en una caseta de arbitrios del barrio de San José. Su actuación consistió en “… convencer al sereno Jiménez, de que le entregase el arma, ya que así lo habían hecho otros guardias…”. Se le acusó además de no incorporarse a su trabajo, al secundar la huelga general que se convocó como respuesta a la sublevación militar.
Por tales motivos, aquellos que se alzaron contra la legalidad republicana, sometieron a Rafael a un consejo de guerra que se celebró en la capital gaditana el 28 de noviembre de 1936. Por la causa n.º 103, lo condenaron a 30 años de reclusión mayor por el “delito” de rebelión militar. Esta pena inicial fue conmutada finalmente por la de 6 años y 1 día en junio de 1941, y al mes siguiente, después de 5 años de prisión, se le concedió libertad condicional sin destierro. Permaneció 8 meses en la Prisión Provincial de Cádiz y el resto de la condena en la Prisión Central de El Puerto de Santa María, donde trabajó como dependiente en el economato.
La represión franquista no dejaría de cebarse en Rafael Montero tras su salida de prisión. Bien porque le quedara pena por cumplir hasta completar los seis años, o bien por no haber hecho el servicio militar en el ejército sublevado al pertenecer a la quinta de 1936, fue reclamado por el sistema concentracionario y enviado a unidades disciplinarias.
El 16 de diciembre de 1941 fue destinado al Batallón Disciplinario de Soldados Trabajadores penados n.º 93. Entre otros destinos, estuvo en el campamento de San Servando en Toledo, trabajando en la construcción de la nueva academia de infantería. En mayo de 1942, sin que se especifique en su expediente la causa, ingresó en el Hospital Militar de Salamanca. Meses después, en septiembre de ese mismo año, fue trasladado al BDSTP n.º 92, emplazado en Punta Galea (Vizcaya). En el mes de noviembre, tras 11 meses en batallones disciplinarios, fue licenciado.
Fuentes:
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Fuente: Archivo General Militar de Guadalajara. Batallones Disciplinarios de Soldados Trabajadores Penados. 2ª Agrupación. Caja 301785, expediente 5910.
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Archivo Histórico Provincial de Cádiz. Sección Cárcel del Puerto de Santa María. Caja 29338, expediente 23.