Prisioneros en los batallones disciplinarios de la posguerra
Manuel Vilches Rosado, natural de La Línea, maestro de escuela y soltero, nació el 21 de diciembre de 1917. Según los informes elaborados por el Ayuntamiento de La Línea, la Falange y Guardia Civil locales, Manuel Vilches Rosado se refugió en Gibraltar tras el golpe de Estado militar. Los tres informes coinciden en que carecía de antecedentes político-sociales. De Gibraltar pasó a zona gubernamental, donde estuvo enrolado en la 87 Brigada de Carabineros y permaneció hasta el fin de la guerra, que le sorprendió en Valencia. Tras presentarse fue detenido y conducido al campo de concentración de Puerto Real, y más tarde a un batallón de trabajo en Ceuta, sin que se especifique en su expediente numeración o fechas de alta y baja.
También se señala en su expediente, sin concretar de nuevo la cronología, que fue destinado al Batallón Disciplinario de Soldados Trabajadores nº 10, del que sabemos que permaneció en la comarca entre junio de 1940 y diciembre de 1942, realizando trabajos forzados en “El Corchadillo” (Los Barrios), Campamento de Punta Mala (San Roque) y Campamento “Los Puertos” (La Línea).
Por otra parte, en un oficio expedido por la plana mayor de Lora del Río dirigido al Coronel Jefe del Regimiento de infantería nº 38 de Santa Cruz de Tenerife, se informaba que Manuel Vilches había ingresado en dicho regimiento el 10 de diciembre de 1942, que se licenció en junio de 1943, y que había causado alta de nuevo en la agrupación de batallones.
Parece ser que este reingreso en las unidades disciplinarias, en concreto en el Batallón Disciplinario de Soldados Trabajadores Penados nº 94 en febrero de 1945, ocurrió como consecuencia de un intento de evasión del Batallón nº 10 el 13 de septiembre de 1942, por el que en diciembre de 1944 se le impuso un año de recargo en el servicio.
Así pues, Manuel Vilches Rosado fu nuevamente condenado y destinado por orden del Gobernador Militar del Campo de Gibraltar a la plana mayor mayor de Lora del Río (Sevilla), donde fue destinado a las oficinas de administración. Permaneció en este batallón hasta junio de 1945, cuando fue trasladado al Batallón Disciplinario de Soldados Trabajadores Penados nº 96.
En noviembre de 1945 obtuvo el licenciamiento, pero bajo el régimen de libertad condicional, y fijó su residencia de nuevo en La Línea.