Prisioneros en los batallones disciplinarios de la posguerra
Pocos son los datos biográficos que se pueden obtener con la consulta del expediente personal del linense Francisco Vega Tornay, nacido el 11 de abril de 1920, soltero, y de profesión dependiente. Por un certificado de la la sección de archivos de la Comisión Liquidadora de la Jefatura de Campos de Concentración, fechado en agosto de 1945, sabemos que en mayo de 1938 estuvo recluido en el campo de concentración de León, dos meses más tarde en el de San Pedro de Cardeña (Burgos), de donde pasó en septiembre del mismo año al de Villafría, localidad también de Burgos.
Tampoco sabemos si fue procesado por causa sumarísima, pero el siguiente dato nos traslada de 1938 a julio de 1944, fecha en la que le destinan a realizar trabajos forzados en calidad de prisionero en el Batallón Disciplinario de Soldados Trabajadores Penados nº 92, procedente de la caja de reclutas nº 18 de Cádiz. Dada la movilidad a través de la geografía española de estas unidades de castigo, resulta complicado por los documentos que se conservan en su expediente, establecer un destino o varios en el caso de Francisco Vega. Aunque en este se menciona la localidad gaditana de Conil de la Frontera, en el verano de 1945 hay un intercambio de correspondencia entre Agiña-Lesaka (Navarra) y la Agrupación de Batallones de Soldados Trabajadores de Algeciras.
En septiembre de 1945 fue licenciado por permiso ilimitado pero bajo el régimen de libertad condicional y estableció su residencia en La Línea.