Prisioneros en los batallones disciplinarios de la posguerra
Antonio Medina Meléndez, natural de Jimena de la Frontera, de profesión albañil, nació el 14 de septiembre de 1917.
Su expediente personal no aporta información de su periplo durante la guerra antes de ser absorbido por el sistema concentracionario franquista. Únicamente un informe de la Guardia Civil del puesto de Jimena indica que no poseía antecedentes político-sociales y que fue conceptuado como de “buena conducta”.
El 16 de enero de 1942 ingresó en el campo de concentración Miguel de Unamuno (Madrid). En este campo permaneció hasta el 1 de mayo del mismo año, cuando fue destinado a realizar trabajos forzados al Batallón de Soldados Trabajadores Penados nº 96, emplazado en aquel momento en Alcalá de Guadaira (Sevilla) y más tarde en el paraje tarifeño del Alto Aragonés.
En agosto de 1943 obtuvo el licenciamiento y fijó su residencia en Jimena de la Frontera.