Prisioneros en los batallones disciplinarios de la posguerra
Alejandro González Zapata, oficinista de profesión, nació en El Puerto de Santa María el 10 de julio de 1919 y fue vecino de Málaga. El 1 de julio de 1935 ingresó como voluntario en el Regimiento de Infantería “Vitoria” n.º 8, con guarnición en la capital malagueña, en el que permaneció hasta el golpe de Estado del 18 de julio de 1936. Cuando la ciudad fue tomada por los sublevados en febrero de 1937 se encontraba en Vélez-Málaga, con grado de teniente del Ejército Popular de la República. Al término de la guerra fue detenido e internado en Alicante, pasando luego a la Prisión Provincial de Málaga condenado a seis años.
Su expediente personal no concreta la fecha de excarcelación, con toda seguridad en régimen de libertad condicional. Tampoco ninguno de los escasos documentos que lo componen explican su corta estancia en unidades disciplinarias en comparación con la media de otros prisioneros, pues ingresó en la 1ª compañía del Batallón de Soldados Trabajadores Penados n.º 94 el 15 de febrero de 1942, procedente del campo de concentración Miguel de Unamuno de Madrid, y fue licenciado cuatro meses después, el 3 de junio. Alejandro estuvo destinado en Lezo (Gipuzkoa), obligado a trabajos forzados en la construcción de fortificaciones militares y carreteras.