Ahora que florece la primavera tricolor y que se aproxima nuestro Ciclo de conferencias sobre la Segunda República, “Abril Republicano”,  es buen momento para sacar a nuestra terraza online este ejemplar del Ideario de Costa, de Joaquín Costa (1846-1911), recopilado por el periodista y editor José García Mercadal (1883-1975), con prólogo de Luis de Zulueta (1878-1964), quien fuera ministro de Estado en el gobierno de Manuel Azaña entre 1931 y 1933.
Como puede observarse en la portada fue publicado en 1932 por la editorial Biblioteca Nueva, de las más prestigiosas de los años 20 y 30 del pasado siglo. Y tiene impreso un sello del Patronato de Misiones Pedagógicas. El periplo bibliotecario recorrido por este libro, como se verá más adelante, ha sido cuanto menos, curioso.

Portada de Ideario de Costa.

Como sabrán, las Misiones Pedagógicas fueron un proyecto cultural y educativo creado por la Segunda República con el objetivo de extender la instrucción y el entretenimiento a los pueblos más apartados y empobrecidos, y reducir de este modo las seculares distancias entre campo y ciudad. El Servicio de Bibliotecas, coordinado entre otros por el poeta Luis Cernuda y la bibliotecaria y filóloga María Moliner, fue quizá el más importante impulsado por el Patronato, ya que a él se destinó el 60% del presupuesto total, permitiendo que se crearan en apenas cinco años más de cinco mil bibliotecas.

Sala de lectura de la biblioteca Javier Núñez Yáñez en la Casa de la Memoria La Sauceda.

Una de estas bibliotecas, en este caso, escolar, fue la creada en Colindres, Cantabria, comunidad autónoma donde fueron organizadas cerca de 80 bibliotecas de esta tipología. En este pueblo recaló este sobrio ejemplar de uno de los principales representantes del Regeneracionismo, el aragonés Joaquín Costa. Eso al menos es lo que nos sugiere el mencionado sello del Patronato de Misiones Pedagógicas, y sobre todo, el tejuelo que figura en su lomo, donde puede leerse lo siguiente: Biblioteca L. de la Calzada. Colindres. 1741.

Tejuelo del ejemplar.

Por las pesquisas realizadas, llegamos a saber que en este pueblo cántabro existe una señorial y hermosa edificación denominada “Casa Calzada” donde hoy día tiene su sede la Casa de la Juventud, construida a principios del siglo XX por la familia Sainz-Ezquerra, y adquirida posteriormente por el catedrático de Historia de España por la Universidad de Murcia Luciano de la Calzada Rodríguez, a todas luces quien aparece en el tejuelo del libro. Sospechamos, pues, que el libro en cuestión, al portar sello del Patronato, en algún momento tuviera como destino esta localidad -¿por qué no su biblioteca escolar?- pero por los motivos que sean nunca llegaría a formar parte de su colección, ya que en sus páginas iniciales no aparecen los habituales distintivos (sello, nº de registro, ficha de préstamo) de pertenencia a una biblioteca. Así pues, aunque repetimos que son sólo conjeturas, por alguna razón el ideario de Costa acabó formando parte de la colección particular de Luciano de la Calzada, de quien el Archivo General de la Región de Murcia recoge la siguiente información biográfica al describir su fondo archivístico:

Luciano de la Calzada Rodríguez fue auxiliar temporal de Filosofía y Letras de la Universidad de Valladolid en los años 30, catedrático de Historia de España en la de Murcia y decano de su Facultad de Letras entre los años 1944 y 1974, fecha de su muerte. También ocupó diversos puestos políticos dentro del Movimiento Nacional en Murcia, fue presidente de la Hermandad Provincial de Alféreces Provisionales, delegado del gobierno en la Confederación Hidrográfica del Segura a finales de los años sesenta, presidente de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla y académico de la Real de Alfonso X el Sabio. Cuenta con sendas calles en Lorca y en el pueblo alicantino de San Miguel de Salinas. Amigo de Onésimo Redondo, fundador de las JONS, su trayectoria política comenzó durante la II República. En las elecciones generales de 1933 resultó elegido diputado en el Congreso por la provincia de Valladolid, como miembro del partido “Acción Popular”, integrante de la coalición “Unión de Derechas” y más tarde de la CEDA. Escaño que repetiría en las elecciones de 1936. Durante la Guerra Civil fue oficial del ejército nacional. También se le conoce por su actuación como juez-instructor en el procedimiento disciplinario contra los catedráticos Tierno Galván, Aranguren y García-Calvo en 1965, que culminó con la expulsión de éstos de la Universidad.

¡Quién sabe la de hitos y dueños en el camino que ha tenido que sortear este libro a lo largo de estos 89 años! Pero nos alegramos de que haya hecho un alto en este sur del sur y esperamos que permanezca al menos el mismo tiempo en nuestro catálogo online de la Red Idea de bibliotecas especializadas de Andalucía. Nuestro agradecimiento de nuevo a Raúl González Gallero y a su hija Clara González por habérnoslo donado y permitir que hayamos podido contar esta curiosa historia.

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