El pasado mes de septiembre de 2024 se celebró en la ciudad de Buenos Aires una actividad previa al VII Simposio Internacional de Historia de la Masonería y los Movimientos Asociativos en Latinoamérica, que bajo el título de Secularización y laicidad. Múltiples Abordajes (siglos XVIII-XXI) se desarrolló en la ciudad de Santa Rosa (La Pampa), organizado por Instituto de Estudios Socio Históricos (Facultad de Ciencias Humanas) y el Instituto de Estudios Históricos y Sociales de La Pampa (CONICET), ambas instituciones de la Universidad Nacional de la Pampa, con la participación de historiadores de América y Europa.
En este marco se produjo el encuentro entre la historiadora argentina Edda Crespo, miembro del Comité Académico, y Antonio Morales Benítez, ponente del Simposio. Dos estudiosos de la figura de Daniel Candel López, el maestro y pedagogo algecireño. Edda en su etapa del exilio argentino y Morales en el Campo de Gibraltar. El evento científico permitió que los caminos de ambos se cruzaran.
Edda Crespo es investigadora y profesora de Historia de la Universidad Nacional de la Patagonia “San Juan Bosco”, fundadora del Grupo Interdisciplinario de Estudios de Género en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales y de la Asociación Argentina para la Investigación en Historia de las Mujeres y Estudios de Género. Lleva más de veinte años dedicada al estudio de las sociabilidades enfocado en el colectivo español de la Patagonia argentina. Tema que aborda en su tesis doctoral que abarca desde 1944 hasta 1984 y explica cómo la emigración española ha creado el espacio social en la Patagonia central, las formas de sociabilidad y el papel de la mujer en el colectivo español orientado al sistema de seguros y de riesgos de salud que perduran hasta hoy día.
Entre sus estudios de este entramado asociativo de los emigrantes españoles, se encuentre la actividad del maestro algecireño Daniel Candel López durante su exilio. Además de masón, y de fundar una academia en Comodoro Rivadavia, retomaría este mutualismo que conoció en el Campo de Gibraltar. Así fue integrante de varias asociaciones que se crearon a partir de este flujo migratorio y que culminaría con la creación de la Asociación Española de Socorros Mutuos en 1959, inaugurando un sanatorio propio que llega hasta hoy.
En tanto que Morales presentó un trabajo titulado “El laicismo en la educación. Los casos de dos masones gaditanos en Argentina” en el que analiza la experiencia de dos miembros de logias de la provincia de Cádiz que recalaron en la Argentina, como ejemplos de la vinculación masónica entre España y el nuevo continente durante la primera mitad del siglo XX a través de la faceta, así como la experiencia educativa de quienes por distintos motivos residieron en estas tierras, como Daniel Candel López (1905-1963), iniciado en Trafalgar de Algeciras, y considerado como el pionero de la enseñanza secundaria en Comodoro Rivadavia.
Daniel Candel puede ser un caso representativo de los maestros de la Segunda República española. Defensor del laicismo en la enseñanza, fue nombrado director de la Escuela de Orientación Marítima-Terrestre de Algeciras, más conocida como Escuela del Pósito, donde se educaban la mayoría de los hijos de marineros. Aquí pudo desarrollar sus ideas sobre una educación integral. Así como el fomento de ciertas medidas higiénicas. Como docente era partidario de la creación de comedores y roperos escolares para asegurar las condiciones materiales a los menores de edad. Asimismo, desarrolló una intensa actividad cultural por medio de charlas, trabajó como redactor en el periódico juvenil Minerva y colaboró en varias publicaciones locales.
Daniel Candel militó en el Partido Republicano Radical Socialista y más tarde en Izquierda Republicana y se iniciaba en la masonería en 1931 con el nombre simbólico de Rousseau. En el interior de su logia pudo coincidir no solo con su tío Agustín, sino también con otras personas con parecidas inquietudes y docentes de Algeciras de reconocido prestigio. La Guerra Civil le apartó de su trabajo al tener que abandonar su país, por lo que se propuso reconstruir su vida lejos de su patria. Y hasta su exilio argentino llevó las ideas que había cultivado en su tierra sobre la escuela moderna. Allí pudo materializar su compromiso con un modelo de enseñanza laica y mixta y una educación científica. Con unas firmes ideas en cuanto a la defensa de los derechos de la infancia, propugnaba una enseñanza integral que comprendía numerosos aspectos.
La Guerra Civil le sorprendió en Algeciras y permaneció oculto durante los primeros días. Su padre Rafael Candel, que adolecía de actividad política y continuaba trabajando en el puerto de Algeciras, fue detenido y fusilado en agosto de 1936. Eso hizo que Daniel escapara a Gibraltar y desde allí a Tánger. Pero ante la insistencia de la familia argentina de su mujer, finalmente se embarcaba en Casablanca hacia Argentina en 1937. El conflicto bélico le había apartado de su trabajo al tener que abandonar su país, pero se propuso reconstruir su vida lejos de su patria. Y hasta su exilio argentino llevó las ideas que había cultivado en su tierra sobre la escuela moderna. Allí pudo materializar su compromiso con un modelo de enseñanza laica y mixta y una educación científica. Con unas firmes ideas en cuanto a la defensa de los derechos de la infancia, propugnaba una enseñanza integral que comprendía numerosos aspectos.
En Buenos Aires aborda la escritura de un libro, que finalmente publica en 1939 con el título de Los derechos del niño. Ensayo pedagógico que pretende ser aleccionador, editado por Res Non Verba y promovido por Centro Republicano Español de Buenos Aires, con prólogo de Manuel Blasco Garzón, que había sido ministro del gobierno del Frente Popular de 1936. Durante estos años también acudía al Centro Republicano de Buenos Aires y se reunía con otros exiliados españoles para seguir las noticias de la evolución del conflicto. Le atraía la experiencia de poner en práctica sus ideas sobre la escuela moderna, laica e inclusiva y le habían hablado de Comodoro Rivadavia, en la lejana Patagonia.
Con escasos recursos en 1939 llegó a Comodoro Rivadavia. Fundó una academia privada a la que denominó Minerva. Se trataba de un centro educativo laico en el que se impartían las enseñanzas primaria y secundaria y puede considerarse como el embrión de la implantación de esta etapa educativa. En mayo de 1940 podía comenzar el primer curso y solo unos meses después Minerva era declarada por el municipio “bien de interés público”. Como en Algeciras, paralelamente a esta actividad académica también desplegaba una intensa actividad cultural. Murió el 24 de abril de 1963.