El pasado viernes 28 de junio, Ana Gil Montaño y tres miembros de su equipo, visitaron por primera vez la Casa de la Memoria, siendo recibidos por las directivas de la asociación Casa de la Memoria y el Foro por la Memoria del Campo de Gibraltar, que les guiaron a través de sus dependencias detallando los trabajos que realizan y los fines memorialistas que persiguen.

Gil Montaño, que anteriormente fue jefa del Servicio de Memoria Democrática en la Dirección General de la Memoria y secretaria del Comité Técnico de Coordinación en la etapa de Susana Díaz, fue designada en febrero de 2023 por el gobierno de Moreno Bonilla para gestionar las políticas de memoria histórica y democrática en Andalucía, optando de este modo por un perfil técnico para ocupar un puesto de carácter político. El Comisionado de la Concordia, nombre con el que el PP andaluz manifiesta sus discrepancias con las políticas memorialistas del gobierno central, depende de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte, y fue creado en 2020.
La actual comisionada, que en el pasado ejercicio tuvo que enfrentarse a recortes en el presupuesto, es una persona con “mucho conocimiento en la materia”, como afirman las entidades memorialistas que integran el Consejo de la Memoria. Lo que corroboran las directivas de la asociación Casa de la Memoria y el Foro, ya que es conocedora y partícipe desde hace años de las problemáticas que afectan a la comarca en estos asuntos.
Tras darles la bienvenida y agradecerles la visita, se hizo el habitual recorrido por las instalaciones de la entidad comenzando por la sala de exposición permanente, poniendo especial énfasis en los paneles que muestran la represión sufrida en la Sauceda, el proceso de exhumación de las fosas del Marrufo y el trabajo esclavo de los prisioneros de los batallones disciplinarios en la posguerra. A continuación se pasó a la biblioteca, que cuenta con más de 6.300 ejemplares catalogados; se continuó por el Salón de Actos, también con cartelería dedicada al exilio republicano, y se acabó en en la sala del Archivo, donde se departió largo y tendido sobre los fondos documentales y digitales que atesora la Casa y que son fuente primordial para las labores de investigación y atención a las demandas de familiares de víctimas. Ana Gil no perdió la oportunidad en manifestar su satisfacción, y en cierto modo sorpresa, ante tanto trabajo realizado desde que la Casa abriera sus puertas en 2016.
Una vez finalizado el recorrido, visitantes y directivas mantuvieron una amena y distendida reunión para tratar asuntos que conciernen a la memoria campogibraltareña, como son las actuaciones pendientes en materia de exhumaciones o la falta de concreción en las celebraciones del 14 de junio, día de recuerdo y homenaje a las víctimas del golpe militar y la Dictadura. También se trató de la declaración como Lugar de Memoria Histórica de aquellas obras, carreteras y caminos que se construyeron en todos los municipios de la comarca entre 1939 y 1944, en las que alrededor de 30 mil prisioneros republicanos fueron utilizados como mano de obra esclava. Para todos estos puntos Ana Gil prometió su intermediación y un franco compromiso de resolución.
La Jornada finalizó con la visita al cementerio de la Sauceda, declarado Lugar de Memoria Histórica, que se reformó en 2012 para dar digna sepultura a las 28 víctimas exhumadas en las fosas del Marrufo.

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