Texto y fotos: Andrés Rebolledo Barreno
Recientemente he visitado en compañía de unos amigos la ruta de los Memoriales de Argelès-sur-Mer y de la Jonquera.
He quedado sorprendido de la cantidad de memoriales en memoria de los exiliados y refugiados republicanos tanto en exteriores como en interiores que hay desde que llegas a Coll de Belitres, Portbou i Cervera de la Marenda, Girona hasta llegar a Argelès-sur-Mer, pasando por la tumba de Antonio Machado en Colliure, y a Rivelsaltes.
En términos coloquiales, una pasada. Cabe destacar el trato tan exquisito y respetuoso que se le da a estos memoriales, la rigurosidad y claridad en sus paneles y contenidos, la calidad de los diseños para llegar a toda la gente, jóvenes y mayores, las fotos, objetos de la época recuperados, los textos, los sonidos, los espacios escogidos. Es una experiencia muy enriquecedora y muy recomendable adentrarte, a través de estos memoriales, en aquellos acontecimientos que sufrieron tantísimas miles de personas y ver que tanto administraciones como colectivos y sociedad están por la labor de mantener viva esa Memoria tan importante y sobre todo el respeto que he observado hacia estos espacios. No se ve ninguna pintada, daño o acto vandálico a los que estamos acostumbrados a ver por estas tierras del sur de la península.
Fuimos cuatro compañeros, entre ellos un nieto de exiliados, Fermin Benítez León, al que le agradezco profundamente su invitación a acompañarle Él quiso hacer el recorrido y ver los lugares por donde pasó toda su familia, abuelos, madre, que aún vive con 94 años, y tíos, uno que nació antes de llegar a Málaga y otro en un pueblo de Girona durante la “huía”. Salieron de Jimena de la Frontera en el 36 pasando por Málaga, Almería, Alicante y Girona en el 39, hasta llegar a los campos de Argelès. Toda una odisea en medio de una guerra.
En los memoriales nos hemos encontrado con asociaciones de descendientes, hijos y nietos de refugiados-exiliados, protegiendo y cuidando estos memoriales, explicando a los visitantes como nosotros y a grupos de estudiantes, tanto españoles como franceses toda esta historia. Eso es muy importante para mantener viva esa memoria y esa historia y de alguna forma nos hemos sentido identificados con ellos por lo que hacemos desde la Casa de la Memoria a nivel de divulgación a estudiantes y sociedad en general.
Hemos compartido parte de este recorrido con familiares de exiliados de origen jimenato también, en concreto con Helios López, nacido en Francia, pues su padre no pudo volver a España por temor a represalias, como le ocurrió al abuelo de Fermín, que murio en el año 51 en una localidad francesa de enfermedad o de pena, como dice su hija Pasionaria, aún viva.Acompañaban a Helios, Libertad y Sylvie, madre e hija. Libertad fue el nombre que le pusieron los abuelos de Helios cuando la acogieron en el campo de refugiados de Argelès siendo muy pequeña, huérfana de una asturiana que murió en el campo. Estuvieron con ella varios años y cuando volvieron a España con varios de sus hijos, pues tres quedaron en Francia, entre ellos el padre de Helios, por temor a ser detenidos o fusilados, no les dejaron pasar a la niña porque no tenía el apellido López. La entregaron al gendarme del campo al que conocían, que fue su padre adoptivo de por vida.
La hija, Sylvie, al encontrar unas cartas de la familia López enviadas a los padres adoptivos preguntando por Libertad, se puso a investigar buscando López en Algeciras, de donde habían salido esas cartas. Después de mucho buscar localizó a un tío de Helios, Joaquín López, que aún vivía. A partir de ahí contactaron y hubo un encuentro en Jimena con toda la familia López, incluido Helios, con el que contactaron en Francia. Este último nos cuenta que su padre siempre decía que no se quería morir sin ver de nuevo a su hermana Libertad, como la llamaron siempre. Los padres adoptivos le pusieron Pilar que es su nombre actual. Desde aquí mi más profundo agradecimiento por la hospitalidad que nos han brindado estos días Helios, Libertad y Sylvie. Sin ellos no hubiera sido igual este recorrido.
El espacio de Memoria de la tumba de Antonio Machado está lleno de banderas republicanas y placas de homenaje a su persona, que te envuelve una paz y una energía, propia de lo que representa este espacio.Los diferentes espacios de Memoria descritos al principio son un ejemplo de lo importante que es recuperar y mantener la memoria de estas personas y de estos hechos bárbaros, atroces e inhumanos hacia la población civil indefensa e inocente de todo, que son los que pagaron las consecuencias con su vida, sus pertenencias, sus ilusiones, esperanzas y progreso.
Hemos creado lazos de comunicación y colaboración con el Memorial de Argelès-sur-Mer y con el MUME de La Jonquera para futuras colaboraciones con la Casa de la Memoria La Sauceda. No hay que olvidar que lo que comenzó con la “huía” en nuestros pueblos terminó en la Jonquera con la Retirada y en los campos de refugiados en Argelès.
Finalizo este relato con la satisfacción de haber conocido este recorrido, a toda esta buena gente y el enriquecimiento personal de saber que siempre hay personas que, como hicieron los que cayeron tras el golpe de estado y la guerra de España, mal llamada guerra civil y sufrieron el exilio, los campos de refugiados y de concentración e incluso la segunda guerra mundial, luchan por un mundo mejor.
Hay que conocer la historia para saber de dónde venimos y así poder caminar a un futuro mejor, más justo, más igualitario y en libertad.
Salud y Republica.