Dentro de una carpeta titulada por el propio Ynfante como “lettres á jeter”, es decir, cartas para tirar, hemos localizado unos 35 escritos dirigidos a Annie Salager, sin que sepamos cómo llegaron a su poder, ya que no aparece mencionado en ninguna de ellas.
Annie Salager es una poeta francesa, nacida en 1934 en París, aunque buena parte de su vida ha estado vinculada a Lyon, al menos durante el periodo de correspondencia que nosotros hemos localizado, que va desde diciembre de 1967 hasta mayo de 1971. Su obra estuvo marcada por un tempranero reconocimiento, el premio René-Blieck en 1963, en Bélgica, cuando publicó su primer libro de poemas. Posteriormente también ganó el Premio Jean Cocteau en 1973, luego el Premio Louise-Labé en 1999 y uno de sus últimos libros, Travaux de lumière (Trabajos de luz), recibió el Premio Mallarmé en 2011. Además de la poesía, también ha publicado colecciones de cuentos, una novela y varias traducciones del español participando, igualmente, en antologías y reseñas. Su extensísima y variada obra es también objeto de traducciones, entrevistas, estudios, referencias, críticas, etc.
Precisamente, esa cualidad de una Salager bilingüe con el español es la que explica una buena parte de la correspondencia localizada, puesto que ella ha participado en numerosas ediciones, sobre todo antologías, y ha traducido la obra de otros escritores y poetas hispanos. La presencia de cartas en español, por tanto, nos habla de esos vínculos de Salager con nuestro país y con el castellano.
Haciendo un repaso no pormenorizado de las misivas enviadas a ella, podríamos destacar las relacionadas con sus editores. Así podemos comprobar la admiración que causaba entre ellos, como es el caso de Pierre Seghers, con quien publicó Cuento del día en 1968. Precisamente, de esas fechas son las cartas que tenemos, lo que nos evidencia la relación que entre ambos se mantuvo mientras colaboraban en el plano profesional. La editorial, por cierto, creada en 1944, cuenta con un extraordinario catálogo de autores franceses, no sólo desde la disciplina lírica, sino también de la canción. Hemos traducido aquí una carta de Seghers que nos parece interesante.
ÉDITIONS SEGHERS
París 13 diciembre 1967Señora Annie Salager
C/ de Créqui nº 89
LYONQuerida amiga Salager:
¿No serás tú una de las nietas de la condesa de Die? (1).
Me conmueve infinitamente tu poema: “Trovador que se aleja”. Está maravillosamente escrito, con estos “arpistas” que me deleitan.
Todo es de una calidad muy alta. Esta vez, me parece que hay lo que yo quería, una cohesión real en todo el conjunto, incluyendo los dos poemas que me enviaste.
Pasé finales de noviembre en Gordes. Ya sabes, el silencio, la garriga y lo que yo prefiero, la soledad en medio de la lavanda. Esto me privó del placer de encontrarme contigo en París. Lo lamento mucho.
Prepararé un contrato para tu libro, que podré poner en producción en febrero, para su publicación a principios de mayo.
Sobre el contrato, sabes cuánto de estas colecciones se hacen para la poesía y por la amistad, sin ninguna idea de ganancia. ¿Sería posible que nos ayudaras, aunque sea un poco, suscribiéndote a 100 o 200 ejemplares? Se venderán a 9’90 a los lectores y a 6’60 para ti.
Disculpa estas aclaraciones. Me gustaría ser solo un amante de los poemas, pero por desgracia…
Amistosamente
Pierre Seghers(1) La condesa de Die (ciudad en el sur de Francia) fue una trovadora femenina que vivió entre el s. XII y el XIII, al parecer, casada con Guillermo de Poitiers, pero enamorada de Raimbaut de Orange, a quien le dedicaba sus canciones.
Hay también varias cartas de Guy Chambelland, otro editor y poeta, colaborador de Jean Breton, poeta también, con quien montó la librería de Saint- Germain-des- Pres y que, de igual modo, mantuvo contacto epistolar con Salager. Un editor argentino, Horacio E. Vázquez Rial, propietario de Ediciones Mediodía, le escribe una carta en la que le muestra su más sincera admiración y le pide colaboración porque está interesado en publicar obra de Juan Marsé.
Muy interesantes y entrañables son las misivas que le escribe Félix Rotaeta, actor, director de teatro y escritor español, generalmente en su propio nombre, aunque a veces lo hace también en nombre de Los Goliardos, ese grupo de teatro alternativo que se formó en España en la década de los 60 y que llevaban las obras de forma itinerante por los pueblos, en cierto modo, siguiendo la tradición de La Barraca. Inicialmente fue un grupo de teatro de cámara y ensayo universitario, para convertirse al teatro independiente, con propuestas que, si seguimos las cartas de Rotaeta, iban desde adaptaciones de Lope de Rueda hasta Bertol Brecht. Reproducimos una de estas cartas en las que se aprecia admiración, cariño, complicidad y amistad.
Los Goliardos
San Enrique 16
Madrid 20ANNIE GOUY
89, rue de Crequi
69 LYON 6 (Francia)Querida Annie:
Pasó el verano y no has venido. Dolor, pues, para los Goliardos. Hemos tenido unos meses de calor que combinan perfectamente con tu “coté gitano”; es decir, como gitanos “lumpens” hemos andado. Para que tengas una idea hemos atravesado la piel de todo de norte a sur cinco o seis veces, tirados en el fondo del coche, ahogados de calor, bajándonos en cada charca o cada acequia para remojarnos, localizando playas desiertas para pescar, comer lo pescado y bañarnos desnudos. Encima hemos trabajado gratuitamente en algunos pequeños pueblos andaluces no turísticos, en los que, a cambio del trabajo, nos han materialmente sepultado bajo capas y capas de vinos finos, pescaítos fritos y demás, etc., etc., etc. Lo triste es que había plazas libres en el coche y qué bien hubieras podido rellenarla alguna vez. Otra vez será. Misteriosamente, y a pesar de 93 actuaciones, el Lope de Rueda sigue todavía pitando; por el momento calculamos seguir con ello hasta finales de año, época en la que pensaremos el próximo montaje; probablemente un Brecht.
Estos días de setiembre son un poco de reposo: motivados por los exámenes de los goliardos todavía universitarios, nos quedamos en casa, no descansando, desgraciadamente, dado que hay siempre mucho trabajo organizativo desagradable por hacer.
¿Cómo va el pequeño Gouy lesionado? (1).
¿Cómo va el pequeño Gouy no lesionado?
¿Cómo va el gran Gouy? (2).
(Estoy ensayando máquina de escribir nueva y la falta de hábito empeora mi ya pésima mecanografía. Perdón)
Si sigues pensando en venir por aquí sería muy agradable que se supiera con tiempo a fin de combinarlo con alguna pequeña gira nuestra. De esta forma tendríamos tiempo de hablar, podrías conocernos mucho mejor y seguro que verías alguna aturística y agradable España.
Y nada más por hoy.
Un abrazo, Félix(1) En otra carta preguntan por Manolo que se ha roto una pierna. ¿Seguramente un hijo de Annie?
(2) Bernard Gouy, el esposo de Annie Salager.
Gilbert Rastrelli, la crítica literaria de origen irlandés Enid Starkie o Jean Pierre Miquel escriben o se mencionan en la correspondencia en la que también se refieren editoriales como la británica Cape Goliardo Press o revistas como El corno emplumado. Textos, invitaciones, comunicaciones, en definitiva, con Dominique Dubruel, del Centro Dramático Nacional francés o el guionista, dramaturgo y director teatral español Miguel Arrieta, van definiendo ese interés por el arte dramático de Salager. Junto a ellos, referencias a M. Karol, Bergamín, Rimbaud y a los clásicos como Quevedo y Lope de Rueda que dibujan un mapa de intereses estéticos e intelectuales de las bases artísticas sobre las que esta admirable poetisa edificó una presencia más que notable en el panorama creativo de la segunda mitad del siglo XX en Francia, con conexiones hispanas.
Todo el conjunto de la documentación nos pone en contacto con un grupo numeroso de artistas de diferentes especialidades que intercambian informaciones y colaboran y que disfrutan de la música, el teatro, la poesía, la filosofía, el pensamiento, los viajes, la política…, que habitan entre premios de literatura o de arte dramático, que escriben y publican en revistas comunes, que elaboran o están presentes en antologías y ediciones de libros. Y lo hacen desde la cordialidad, la familiaridad, la cercanía y una profunda amistad que crea un espacio compartido para la creación y el disfrute mutuo.
No podemos olvidar, por otro lado, que son lo suficientemente jóvenes como para seguir con energía en la brecha, pero lo suficientemente adultos como para ir recogiendo los frutos de la madurez y que, en mayor o menor medida, todas las personas que aparecen en este pequeño archivo, vivieron en unos momentos que estuvieron marcados por los acontecimientos del mayo del 68 y que, de alguna manera, conformaron eso que suele denominarse una generación por los amantes de las clasificaciones de la que, aunque, como hemos dicho, no se cita en ninguno de los textos, formaba parte Jesús Ynfante.
Finalmente, desde el archivo de la Casa de la Memoria La Sauceda, pretendemos intentar contactar con Annie Salager y devolverle estos documentos que le pertenecen y que a nosotros nos han guiado por un prodigioso viaje a través de un grupo de autores y autoras, protagonistas de los grandes cambios culturales del pasado siglo.