Entre la abundantísima documentación de la que disponemos en los fondos del escritor Jesús Ynfante existen varios escritos, cartas, facturas, etc. que nos dan una idea sobre cómo las relaciones entre el periodista y sus editores no fueron siempre una balsa de aceite. En ocasiones Ynfante reclama pagos, en otras los editores aseguran que no hay más beneficios, otras veces son los plazos de entrega de borradores sobre los que hay discrepancias…
Todo apunta a que, debido a las dificultades para encontrar editor a sus obras, Ynfante debió ponerse en manos de una agente literaria, Raquel de la Concha, que abrió una agencia en 1993, relación que tampoco parece que funcionó al agrado de nuestro autor, de ahí la carta y el poema que le dedica. Justo ese mismo año, Ramón Akal había creado Ediciones Foca, con la que, al parecer, Ynfante había alcanzado un acuerdo para publicar una “Historia de Andalucía diferente”, texto que no alcanzó a ver la luz. Pensaba, seguramente, que a través de la intermediación de Raquel de la Concha conseguiría entablar comunicación y acuerdo con Akal para la publicación de ese libro y algunos otros más que tenía preparados, algo que, como ya hemos apuntado, nunca ocurrió.
Ya nos hicimos eco en esta sección hace algún tiempo de las dificultades por las que pasó Jesús Ynfante para ver culminados algunos de sus trabajos, algo que debió ser frustrante, ya que él dedicaba mucho tiempo a la documentación y la investigación antes de dar por válido ningún texto y entregarlo a la editorial. Por otro lado, estaba el asunto económico, no menos importante, ya que Ynfante vivía de sus escritos y no publicarlos significaba una merma insoportable para sus ingresos.
En definitiva, los documentos que aportamos hoy son una carta a Raquel de la Concha y otra a su amigo Isabelo Herreros que es quien ha donado estos documentos a la Casa de la Memoria La Sauceda. En la primera le reprocha la ineficacia a su agente literaria y en la segunda pide ayuda para intentar publicar sus manuscritos. Junto a estos dos escritos, fechados el mismo día 3 de octubre de 2005, incluimos el poema que ya había escrito a finales de julio y que tenía a su agente como destinataria a quien se lo había enviado, según menciona en la misiva.
Tanto en la carta a de la Concha, como en el poema, podemos disfrutar de su fina ironía, del manejo ejemplar que Jesús tenía del sarcasmo y, cómo era capaz de reconvertir lo que debió ser un cabreo monumental en un texto mordaz, a un tiempo exigente, incluso acusador, pero también sin perder las formas ni la elegancia.
A Raquel de la Concha
MadridLos Barrios 3 octubre 2005
Raquel,
Con motivo de la ruptura personal con un editor te envié en julio un poema y luego en septiembre una carta solicitando tu ayuda. Mientras tanto, como no te has tomado la molestia de responder cortésmente a la carta, me he enterado además sobre tu posición negativa, incluso yo diría menospreciativa hacia mí, por medio de terceras personas.
Estaba tan preocupado en mi condición de escritor por el triste asunto de tratar con editores que intenté delegar de nuevo en ti tales funciones; sobre todo, por tu estrecha relación con editoriales, comenzando por sus directores o directoras que han sido siempre más de lo mismo desde los tiempos del franquismo, defendiendo sin embargo como agente literaria los intereses editoriales con más ahínco que los del propio representado. Fue no obstante por tener que recurrir de nuevo a ti, que envié de nuevo el poema y luego una carta llena de piropos que cuando menos agradan y deleitan.
Si hago un resumen, el resultado de tus actividades como representante y agente literaria de mis intereses durante algunos años del pasado no fue todo lo satisfactorio que yo esperaba de ti. Así me enteré en el año 2004 por casualidad en Internet, Jesús Ynfante buscador Google, que hubo una traducción al francés de un libro mío editado en 1996 sobre el Opus Dei, cuando te ocupabas como intermediaria de defender mis intereses y era completa responsabilidad tuya notificar al autor la publicación de ese libro en Francia. El asunto continúa siendo grave, porque ni la editorial francesa ni la sedicente agente literaria se tomaron la molestia de enviar las cuentas y los ejemplares obligatorios al autor del libro. O a lo peor tú lo recibiste y nunca me lo has notificado. Ha existido luego otro perjuicio imprevisto, cuando alguien de tu equipo de colaboradoras se quedó con parte del anticipo editorial.
Toda una ambigua posición que se explica fácilmente, porque puede entenderse de varios modos o admitir distintas interpretaciones y dar, por consiguiente, motivo a dudas, incertidumbre o confusión; ofreciendo también una buena prueba que durante la transición en España de la dictadura a la democracia, aún cuando sigas actuando en la sombra, te has convertido en más de lo mismo y serás tratada por ello como sirvienta o mujer dedicada al servicio doméstico en el capítulo dedicado a los editores en un libro en preparación sobre la cultura del franquismo y la transición. La expresión más de lo mismo se debe a Carmen Esteban, directora de la editorial Crítica del grupo Planeta, quien como hija de guardia civil educada en casas cuarteles desde su más tierna infancia, continúa mostrando en el siglo veintiuno una formación intelectual repleta del espíritu de la Benemérita.
Raquel, he intentado intercambiar contigo algunos recuerdos como demostración de una antigua amistad, pero tu silencio es hipocresía por el fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente experimentas. Está claro que en tu caso no existe reciprocidad en el afecto personal, puro y desinteresado, que nace y se fortalece con el trato.
Como arriero soy por trajinar con bestias de carga, por muy esquiva que sea tu posición, pronto nos vamos a encontrar en el reducido y retorcido camino editorial.Jesús
Isabelo Herreros
MADRIDLos Barrios 3 octubre 2005
Isabelo,
Te agradezco la ayuda prestada, pero los intentos de aproximación a Raquel de la Concha como posible agente literaria han sido nulos. Queda, no obstante, como detalle de la ruptura con el editor Akal, que fue Raquel la primera destinataria del poema que incluyo a continuación.
Si conoces a algún editor o editores dispuestos a publicar “Andalucía historia diferente” o “El mundo secreto de la soja americana”, así como también de “La Remonarquía española”, avísame por favor.
Un abrazoJesús
De qué sirve, quisiera yo saber, cambiar de editor
dejar atrás un editor negrero
con mala reputación –y ya es decir- de pirateo,
foca convertida en ave predatora
parecida a la gaviota pepera,
con ripioso viento cauro
que siempre vino del noroeste
mezcla de franquismo y compadreo.Serás uno más, intelectual perdido
en noches negras de escritor,
queriendo vivir de un trabajo
deprimente y mal pagado,
soñando en algo mejor
que no llega, incluyendo ayuno y penitencia.Quizás entonces comprendas
que no estás solo
y que la España de la Transición
se parece a una prisión
con muchas transiciones vagas
de la transición al tedio, del tedio a la traición.La vida no es un sueño, ya lo sabes
que tenemos tendencia a olvidarlo
y callándonos el resto de la historia.
Aunque la vaguedad quede en el fondo
-la dulce vaguedad del sentimiento,
según Espronceda-, suavizando la visión
pendiente de conocer a cuantos editores útiles
traen o crean provecho.Quedan al parecer bastante claras
las ideas sobre el posible paraíso editorial,
mientras se escribe en noche aciaga este poema,
sin saber por qué no estar más decaído
y no predominar como notario sentimiento alguno.
Hasta que al fin las luces de la noche se apagan
con las pausas pesadas como presentimientos
de las imágenes sueltas de un mar ensombreciéndose.26-27 julio 2005