Hoy, 20 de abril, se cumplen 58 años del fusilamiento, previa tortura, de Julián Grimau, dirigente del Partido Comunista de España. A 24 años del término de la guerra, aún el régimen genocida seguía aplicando la denominada “justicia al revés”, pues los mismos que desencadenaron y provocaron el conflicto, fueron los que juzgaron a Julián Grimau por “rebelión militar continuada”.
Desde la biblioteca de la Casa de la Memoria queremos recordarle aconsejando la lectura del libro escrito por Pedro Carvajal Urquijo, publicado por la editorial Aguilar en 2003, y disponible en nuestro fondo bibliográfico: Julián Grimau: el último muerto de la Guerra Civil. En la contracubierta de este se puede leer lo siguiente:

En la madrugada del 20 de abril de 1963, Julián Grimau, dirigente del Partido Comunista de España, caía fusilado en el campo de tiro de Carabanchel (Madrid). Era el último muerto de la Guerra Civil de 1936-1939.
Las leyes que lo condenaron a Grimau eran las leyes de la Guerra Civil, prolongadas de forma deliberada para amparar este crimen. El vocal ponente que debía haber asistido a los jueces militares no había cursado la carrera de Derecho y el delito que llevó al paredón al dirigente comunista fue “rebelión militar continuada”: estábamos en los tiempos del desarrollismo, del turismo, de los veinticinco años de paz.

Para saber más: Grimau, la primera víctima de Fraga (Diario Público)

 

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