La belleza trágica de La Sauceda
Desde los años ochenta del siglo pasado existe aquí, en el kilómetro 24,5 de la carretera CA-8201 que une Jimena con Puerto Galis, un área recreativa que atrae a numerosos turistas, senderistas y amigos de la naturaleza que en la primera visita quedan seducidos por la belleza del lugar. |

LA SAUCEDA Y EL MARRUFO
Un poblado de trabajadores bien organizadoBajo el manto de alcornoques y quejigos, multitud de casas y chozas se levantaban en el valle de La Sauceda durante la Segunda República. Una ermita, un horno comunitario, varias tiendas y un colegio eran utilizados por sus habitantes en su poblado central, donde hoy están las casas rehabilitadas para uso recreativo de turistas y visitantes. Pero había más zonas habitadas por el valle, dividido en cantones. |

Bombardeo, saqueo y muerteLa Sauceda era el último foco de la provincia de Cádiz leal al Gobierno democráticamente elegido por los españoles. A ella acudieron, desde toda la provincia, anarquistas, republicanos, socialistas y personas que temían por sus vidas ante el avance sublevado y querían resistirle, o se dirigían a Málaga por la sierra. El 31 de octubre de 1936, el valle fue bombardeado por cuatro aviones y asediado desde tierra por columnas del ejército franquista que avanzaban desde cuatro direcciones distintas. Destruido el poblado, los habitantes que no pudieron huir, mujeres y niños incluidos, fueron detenidos y trasladados al vecino cortijo de El Marrufo. Las tropas invasoras asesinaron a unas 50 personas aquel día y robaron todo lo que encontraron en las casas y chozas antes de meterles fuego. |
El Marrufo, una finca de 800 hectáreasEl Marrufo es un cortijo que tiene en explotación cerca de 800 hectáreas de tierras de pastos, cultivos y bosques ubicados en el valle de La Sauceda, en el término municipal de Jerez. En 1936 pertenecía a una familia jerezana que tenía otras muchas propiedades en la provincia de Cádiz. Los Guerrero poseían 32 fincas que sumaban un total de 6.140 hectáreas. El Marrufo contaba con una pequeña capilla, una enorme casa señorial y varias naves para cuadras y almacenes.El cortijo del Marrufo está situado en el extremo oriental del valle de La Sauceda. |

Reforma agraria para el valleEl Gobierno republicano incluyó al cortijo del Marrufo en su catálogo de fincas donde pretendía aplicar la reforma agraria. No dio tiempo a llevarla a cabo. Tras el levantamiento de los militares golpistas contra la República, los trabajadores tomaron las 800 hectáreas en su poder y comenzaron a explotarlas como propiedad comunal. Constituyeron además el Comité de Defensa del Marrufo para detener el avance fascista.La finca del Marrufo fue incluida en 1933 en el Registro de la Propiedad Expropiable, elaborado por orden del Ministerio de Agricultura con los terrenos en los que era susceptible la aplicación de la Ley de Reforma Agraria que habían aprobado las Cortes Constituyentes de la Segunda República española el 9 de septiembre de 1932. |

El cortijo se convierte en campo de concentraciónEl 31 de octubre de 1936, los franquistas que ocuparon el valle de La Sauceda derrotaron a los jornaleros y milicianos que les resistieron en El Marrufo. Instalaron en él su cuartel general, encerraron en las naves a los supervivientes del bombardeo de La Sauceda y exigieron a todos los habitantes de la comarca que se presentasen allí ante las nuevas autoridades. El Marrufo se convirtió entonces en un centro de detención, tortura y asesinatos donde los sublevados pusieron en práctica su plan de exterminio contra los llamados desafectos al nuevo régimen. En La Sauceda y El Marrufo las tropas franquistas asesinaron a más de 300 personas entre noviembre de 1936 y marzo de 1937. |
Nuestra historia empieza a ver la luz"A tu padre lo mataron en La Sauceda. A tu abuela la fusilaron en El Marrufo". |

Cientos de asesinadosEl empeño de las familias, alentadas por el hallazgo de los cuatro esqueletos, facilitó un nuevo proyecto de la Asociación de Familiares de Represaliados por el Franquismo en La Sauceda y el Marrufo. Con el apoyo económico del Grupo Festina, cuyo fundador es nieto y bisnieto de republicanos fusilados en El Marrufo, el 1 de julio de 2012 arqueólogos, antropólogos, historiadores, estudiantes y voluntarios comenzaron a trabajar en la excavación. Rescataron los restos de 28 personas enterradas en siete fosas comunes. Todas eran adultas. Veintitrés eran hombres y cinco mujeres. Tenían entre algo más de 20 años y una edad anciana. |
Las pruebas del genocidioBuena parte de los cadáveres exhumados tiene orificios causados por impacto de proyectil en los cráneos o fracturas conminutas, fracturas en la que el hueso o una parte de él quedan reducidos a fragmentos o esquirlas, y algunos aparecieron con alambres alrededor de las muñecas, señal de que habían estado atados antes de ser asesinados. Los signos de la violencia ejercida sobre ellos, el depósito colectivo de sus cuerpos en un enterramiento no convencional, la voluntad de ocultarlos, la clandestinidad con que se hicieron las ejecuciones para asegurar la impunidad de los crímenes, la motivación política de sus asesinos... |
Homenaje a las víctimas, en el cementerio rehabilitadoEl 1 de diciembre de 2012 los restos de los 28 fusilados hallados en las excavaciones de El Marrufo recibieron sepultura en el cementerio de La Sauceda, reconstruido también por la asociación de familiares. A la ceremonia asistieron cientos de personas llegadas de toda Andalucía. |